De las pocas veces que he podido escuchar a Hermes de Cosplay Party hablar, siempre ha hecho hincapié en lo inteligentes que son el gremio de los otakus. Que son seres que se esmeran en adquirir conocimiento y sus temas de conversación son varios. Es una creencia que yo mismo he sostenido muchas veces. Más últimamente me encuentro un poco escéptico con respecto a esto. Cada vez que voy a una actividad freak en este país. La conversación más inteligente es si Naruto queda con Hinata o Sakura. En los blogs o foros dedicados a los temas de anime o afines, es igual. Si publicas un articulo inteligente el tema pasa al olvido en un abrir y cerrar de ojos. Los comentarios son nulos o fuera de contexto. Por ejemplo: si yo digo que el NWII es muy caro (http://manimecom.blogspot.com/2008/10/por-eso-prefiero-al-chintendo-vii.html), no faltara el imbécil que no lea y argumente en base a que en el exacerba la estupidez. Si escribo que se avecina una guerra en el ambiente freak del país y el que quiere la paz debe prepararse para la guerra(http://manimecom.blogspot.com/2008/08/si-vis-pacem-para-bellum.html), el tema es inendentendible, posiblemente porque el aneurisma de los otakus amenaza con explotar ante la necesidad de usar su cerebro. Pero todo cambia cuando usted les invita a utilizar el hígado en vez de la mente, todo cambia. Por ejemplo, cuando Kiba formaba parte de Templo Kaori, escribió un post criticando el Cosplay Party (http://templo-kaori.blogspot.com/2008/06/cosplays-en-el-cosparty.html), en el que la principal queja eran los Cosplay. Amigos, los comentarios afloraron. Lo mismo le pasa al que escribía en Anime Extra, unos cuantos golpes bajos y hasta el buen Fat empezó a comentarle. Y no dejemos de lado mi supuesto blog de Cosplay Feo, donde los comentarios son contados en docenas. La evidencia es ineludible, mientras más le exiges al cerebro del Otaku, menos está dispuesto a dar. Su mente se limita a pensar con que chica o chico de anime casarse, con que Hentai se va a masturbar en la noche o simplemente en que quiere ser el Tikague de la Aldea Escondida de Moravia. Pasara horas viendo anime de dudosa procedencia y dejara que el mundo siga su curso. Luego se ofenderá cuando alguien le increpe su estilo de vida.
Para dejarlo más claro, si usted dice que: El Flat Tax es la manera en como Costa Rica puede salir del tercermundismo y a la vez reducir la evasión de impuestos. Lo que generaría mejor calidad de vida y que cada uno de nosotros pudiésemos satisfacer nuestra necesidades y caprichos de manera pronta. El Otaku que comenta en nuestros blogs o foros ni se tomaría la molestia de comentar, casi de leer, pues los ojos de nada le sirven a una mente ciega. Contrario si yo digo que Marie se ve pasadita de kilos en su Cosplay de Peach, los comentarios y las amenazas empezaran a llegar como abejas a la miel. Conclusión, los representantes de la comunidad Otaku costarricense solo piensan con el hígado, si es que eso es pensar (o por lo menos los que son más activos).
Creo que la mayoría de los descritos sufren del síndrome del crayón en el cerebro. Y prefieren que su mente sea imbécil y ser aceptados. Es como dijo Homero Jay “No hay sitio en este mundo para los hombres de 105 IQ”.
De qué sirve alegar que se excluye por la manera de vestir y se niegan las oportunidades, si cuando se tienen las mismas se desprecian. Dejemos de preferir los mediocres videítos de you tube sobre temas que nos afectan directamente.
Tengo muy claro que sin ocio es difícil vivir, tampoco espero encontrar altos pensadores en un lugar donde lo primordial es hablar de gustos y diversiones. Pero hasta en una mesa de tragos (http://mesadetragos.blogspot.com) aparece una conversación inteligente.
Si te costo entender este post, comentaste con el hígado o simplemente no lo leíste, pues eres bienvenido al grupo de otakus anacefalos. Que con el pasar del tiempo es cada vez más grande en este país.
Porque recuerden, “Pienso… Luego Soy”.
Esta es la ultima producción del director Shinkai Makoto, en la cual no vamos a encontrar fantasía, ciencia ficción ni mucho menos peleas, pero si una historia conmovedora, llena de sentimientos con los que todos nos podemos identificar, y podemos decir que los hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas.
